La dura realidad de dar el último adiós: «Morir en tiempos de Covid-19»

«La pandemia llegó cuando terminó el año y no solo cambió nuestra rutina, nos tocó la salud, nos tocó el alma; ya no pudimos despedir a nuestros familiares» inicia el especial denominado «Morir en tiempos de Covid»

«Desde la aparición de la enfermedad, cuando una persona muere ya no hay condolencias entre familiares y amigos, ni café, ni rezos en la madrugada, ya no hay despedida»

Señala que según recomendaciones de la OMS, lo ideal es cremar los cuerpos directamente; caso contrario, entrerrarlos bajo tierra, convirtièndose de esta manera en un doble duelo para sus seres queridos.

Ante la imposibilidad de realizar los tradicionales velorios, las funerarias se adaptaron a nuevas medidas. Ariel Brancolini, Gerente general de Futuro S.A mencionó dos protocolos; uno de ellos cuando es positivo de covid debían ir hasta la institución de salud, el cuerpo iba introducido en una bolsa mortuaria desinfectada, y colocaban al fallecido adentro para llevarlo a la central de servcios, y se hacía el sepelio con muy poca gente.

«El protocolo cambió hace poco, y todos los fallecimientos se toman como posible covid, independientemente a donde haya fallecido se introduce al fallecido en la bolsa morturaria y se lo lleva al féretro; el personal va con la indumentaria recomendada». Mencionó que los familiares ya no pueden dar el último adiós ya que va directamente al cementerio.

Las noticias internacionales señalaban que debía ser cremado, sin embargo lo que indica el protocolo es que el cuerpo siempre y cuando el féretro esté cerrado herméticamente puede ir bajo tierra o a un nicho.

Señaló  a su vez, que no subieron los índices de personas que optaron por la cremación.

 

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