Leyla Gómez (19), atleta profesional de Tenis de Mesa, es integrante de la Élite Deportiva Paraguay de la Secretaría Nacional de Deportes (SND), oriunda de la ciudad de Fernando de la Mora y desde los nueve años entrena como tenista. En contacto con Musas, expuso su formación, vida y perseverancia a lo largo de los años.
Sus inicios
Fue su padre quien la incentivó a entrenar, pero de forma “divertida” o como hobby. “Empecé a jugar desde los nueve años en la escuela, mi papá me llevó a descubrir este deporte. Cuando empecé a competir me nació la pasión”, dijo.
Comentó también que al comienzo no tenía tantas expectativas con este deporte, ya que lo practicaba como un pasatiempo. “No tenía muchas expectativas en mi primer torneo y conseguimos cuatro medallas de oro”, expuso.
“En el primer año del colegio se me complicó todo, ya no bastaba entrenar solo en un turno, mientras otros entrenaban de 6 a 8 ocho horas por día. En el colegio no eran permisivos con los exámenes y viajes, entonces decidí hacer educación media abierta”, indicó. La educación media abierta se trata de realizar las clases por módulo y al ritmo de cada uno. Leyla culminó su segundo y tercer año de esta manera.
Declaró que a veces no quería entrenar pero que las competencias cambiaron su forma de ver esta disciplina deportiva, por lo que dejó de escuchar los “andá a entrenar y dejá de ser conformista”, de parte de quienes la rodeaban.
Actualidad
Desde el año pasado se encuentra fuera del país. Viajó a Puerto Rico para estudiar y entrenar, mediante una beca deportiva. Hoy se encuentra entrenando de cara a los Juegos Olímpicos Tokio 2021 en Europa. “Acá en Portugal estamos con un grupo de 8 personas gracias a la SND y la Federación, entrenamos con personas de diferentes países. Sudamérica conocen mayormente por Brasil o Argentina, por nuestro país casi nada”, acotó.
Respecto a esta fuera de su casa y lejos del calor familiar, afirmó que no es nada fácil pero que el apoyo de su papá Walter Gómez, de su mamá Mariela Olmedo y su hermano Antonio, es fundamental para que ella prosiga con sus sueños. “No fue fácil sobrellevar los primeros meses sin mis padres, sin el apoyo de ellos no iba a poder”, aseguró.
Por último, finalizó diciendo, “todos somos buenos en algo, busquemos lo que nos hace feliz, no dejen de trabajar por sus sueños”, fue su consejo para los jóvenes y futuras generaciones.
