Mató “por placer” a una joven y fue condenado a prisión perpetua

Carlos Luis Leandro Villar de 21 años, exsoldado voluntario del Ejército de Argentina, fue condenado a prisión perpetua por el feminicidio de Vilma Mercado de 19 años ocurrido hace dos años en  Puerto Iguazú.

En su fallo, los jueces consideraron que el hombre mató por placer a la joven, tal como lo planteó el fiscal del Tribunal Penal de Eldonardo, en Misiones, Argentina.

El feminicida escuchó el fallo desde la oficina del Servicio Penitenciario Federal, en la unidad penal donde permanece recluido. El mismo no fue trasladado a la sede del Tribunal para evitar que unas 200 mujeres autoconvocadas y familiares de Vilma intentaran lincharlo, como sucedió la semana pasada al finalizar una de las audiencias.

El Tribunal, que estuvo integrado por Ángel León, María Teresa Ramos y Liliana Komisarski, sostuvo que el exsoldado incurrió en los delitos de violación doblemente agravada por feminicidio y criminis causa, robo y homicidio agravado por placer.

Villar pasará tras las rejas durante 35 años y recién saldrá en libertad en el 2054.

María Estela Leite y Damián Mercado, padres de Vilma, manifestaron que esperaban la condena. “Fueron dos años de lucha, pero era lo que esperamos”, dijeron.

“De ahora en adelante ella va a poder descansar en paz, pero para nosotros el dolor, el vacío y la ausencia es para toda la vida”, sostuvo Damián.

Antecedentes

Vilma fue asesinada en la noche del 23 de octubre del 2019. La joven había entablado contacto con Villar tiempo antes, porque el hombre le había dicho que podía ayudarla a ingresar al Ejército argentino como voluntaria.

La joven de 19 años salió de su casa cerca de las 23:30 y le comentó a su hermano que volvería enseguida; sin embargo, no volvió y su último mensaje de WhatsApp fue enviado a las 00:05.

Dos días después, el 25 de octubre, la Policía encontró su cuerpo maniatado y semidesnudo en la zona de “Villa Cariño”, en una zona apartada de la ciudad, cerca del predio del Ejército.

Vilma tenía el rostro cubierto con cinta de embalaje y signos de haber sido abusada, hecho que fue corroborado por los médicos forenses.

Antes del hallazgo del cadáver, la Policía ya había detenido a Villar, en cuya vivienda fue encontrado el celular de la víctima. Asimismo, el hombre presentaba lesiones en el brazo, arañazos y mordidas, evidencias de la resistencia que opuso Vilma al ataque sexual.

Lamentablemente, la mujer fue brutalmente golpeada. El feminicida logró maniatarla y abusar sexualmente de la misma. La cinta que le colocó sobre la boca y la nariz terminó provocándole la muerte por asfixia.

Defensa del feminicida

Villar se mantuvo en silencio hasta el día del juicio. Ante el Tribunal, negó haber acabado con la vida de Vilma y sostuvo que “jamás le haría nada malo a nadie. Ustedes no se imaginan el dolor que es para mí pensar que me voy a pudrir en la cárcel, perder a mi mamá y no poder ver crecer a mis dos hermanitos. Ya lo perdí todo. Por favor, no permitan que pierda el resto de mi vida dentro de la cárcel por algo que yo no cometí. No es más que una simple confusión”.

“Los que están acá presentes están pensando que fui yo el que cometió el hecho y le hizo eso a Vilma, pero no fui yo. Quiero dejar eso en claro”, afirmó el hombre, quien manifestó que en la noche del crimen, Vilma le dijo que iba a encontrarse con otra persona.

La prueba de ADN y una mordida en el brazo de Villar que coincidía con la dentadura de Vilma terminaron de sellar la suerte del soldado, que enfrentará otra causa por abuso sexual en los próximos meses.

Fuente: Clarín

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